Todo lo que quieras ser, seràs.

martes, 2 de agosto de 2011

Like a dream..


Ya fui, ya volví…Ya fui todo
Ahora, now…Camino en la redención
Lloré sin parar
Y no pare de reír
Ahora, now…él es mi templo
Fui totalmente blanca
Fui totalmente oscura
Ahora, now…sus brazos son mi paz.
Vidrios en las plantas de mis pies
florecieron como algodones
Casi nada queda de aquel miedo
que me hace temer ser valiente
Ahora, now…sus besos, mi consuelo
tal vez no entienda mis palabras
ni las miradas que m miran
pero nada eso importa
Ahora, now…lo más importante de mi lo tiene
Ahora, now…no para de latir
con este atrevimiento que tiene frente a él
Now- for ever
él es mi religión.

miércoles, 20 de abril de 2011

Playlist


Existe un reloj que marca más de una hora a la vez.
Existe un calendario que marca las épocas al revés.
Existe alguien que sólo piensa en ganar.
Y yo no te puedo alcanzar…
Yo en otoño, tú en primavera.
Quiero pisar descalza las hojas secas a mi paso,
tú quieres miles de flores para probarlas todas.
Dices que te gusta conocer personas, su historia,
tanteando la primer cáscara, te pierdes de lo importante.
…pierdes el respeto por tu intimidad y regalas tu fruto al viento
Te fascinas de repente y contigo son elocuentes,
Pero sólo es un juego nada transparente.
Recipientes vacíos que te muestran lo que se deja ver
y te dicen lo que te dejas oír… tú juegas igual.
Mientras tú miras al costado te pierdes de mí…aquí y ahora.
Alguna vez fui así, pero ya no tengo que probarme nada
Ahora m hundo en lo profundo, buscando esencia
Ya no quiero jugar a que me quieres
… tus caricias no lo son… tus besos tampoco.
Tienes lo ojos débiles y las manos ásperas de ansiedad
No cuidas tu esencia, buscas lo efímero.
Tú fabricas en serie, yo manualmente
Tú obtienes grandes cosechas, yo una estrella
Tú…lo popular e indecente
Yo…lo único y diferente,
Suelo perder en el intento,
Tú… tú lo haces siempre.

miércoles, 26 de enero de 2011

Zen


Mi maestro...mi maestro se llamó Lu. El me enseñó la esencia de la vida, esa que uno cree entender hasta que la siente y la vive de cerca, tan cerca como para entender que se encuentra dentro de uno mismo. Y, aunque uno lo haya leído en mil páginas de incontables libros no la hace suya hasta que la mirada de las cosas cambia de ángulo haciendo de soporte entre este tiempo y el verdadero tiempo que no es aquel.
Mi maestro pasó por esta vida mía muy poco tiempo. Mi maestro se me presentó y primeramente me observó como quien observa a su alumno tratando de resolver ecuaciones, en mi caso me observaba como trataba de vivir entre el tejido de sentido en el cual estaba inmersa. Cuando estuvo seguro de que yo iba a acudir a su llamado, dio el primer paso, yo sentí admiración automáticamente por él y distendida mente me entregué a su sabiduría. El andaba por las calles como cualquier persona por ello muchos no sabían ni sabrán que él estuvo por aquí. El sacó un espejo de su bolsillo y con dulzura paralizante me mostró mi inseguridad y mis sueños que no eran más que los que otros me hacían soñar. Mi maestro me albergó, me dio comida y protección. Yo no era consiente en absoluto de lo que estaba viviendo, sólo sentía una admiración incontrolable y una paz que sólo su amor desinteresado lograba hacerme sentir.
Mi maestro al tiempo compartido se distanció de mí, yo, inmersa en la ordinaria vida mundana, sólo opté por enojarme hacia él, buscando culpa por mi descontento y abandono. Nunca podía despegarme de su recuerdo y día tras día lo recordaba y en mi crecía esa amargura que no lograba controlar, pero la ambigüedad de mis sentimientos lo llamaba una y otra vez. Al tiempo volvió y me hizo ver que existen muchas verdades y uno siempre debe preguntarse si aquella es la más certera. Me demostró que me equivocaba una vez más, y para mi asombro, me lo decía de la mejor manera posible y sin regaños, hasta él se mostraba humanamente errado, era tan la bondad que emanaba de sí, que sentía hasta vergüenza de recibir tanto. En ese punto de las cosas no sabía como actuar y me quería refugiar y cerrarme en mi misma como aprendí a hacerlo desde niña, pero él me tomó del brazo y mirándome fijo a los ojos, con dulces palabras que salían de su boca me enseño que no estaba sola, me prestó su hombro y su ser.
Mi maestro me dio tiempo para recapacitar, para meditar pero siempre estuvo presente, como siempre con sus detalles, el valor de los detalles, la contención de los mismos.
Mi maestro un día próximo partió y me volvió a enseñar que estamos aquí para aprender, que esto es solo pasajero, que el amor es infinito que debo mirar a lo realmente importante de esta vida. Que no importa el tiempo, que se puede aprender en una vida, en muchas, en menos de un dìa….. lo esencial, la plenitud de la mente, lo verdaderamente humano, la budeidad de las cosas.